Como ya comenté en la pasada publicación “El antes y el después en un portero de fútbol con vídeo-análisis”, trataría en una próxima entrada, mi organización o forma de gestión de tiempo, modo y espacio para la realización de sesiones de vídeo con los porteros del fútbol base, siempre, sin alterar el entrenamiento específico establecido semanalmente. En un primer momento todos llegamos a la conclusión de que resulta complicado el poder hacerlo, y no le falta razón a esta afirmación, pero he tratado de buscar esa excepción que altera esta idea.
Simplemente explicaré mi metodología de trabajo en cuanto a organización para poder llegar a cumplir las expectativas que me marco. Por tanto, nuestros entrenamientos están marcados por dos días semanales (lunes y miércoles) en grupos reducidos y con una distribución de tiempos entre los 30 y 50 minutos. Todas estas sesiones divididas por los respectivos porteros en categorías infantil, cadete y juvenil con sus subdivisiones (A,B e incluso C en alguno de los casos). Todos estos entrenamientos son grabados desde la parte inicial hasta su vuelta a la calma, con el objetivo de poder llegar a un trabajo más certero y relevante. Resultado de esto, me lleva a tener a día de hoy más de 3000 vídeos registrados.
Hasta aquí es una rutina muy llevadera que no reviste mayor carga. Ahora bien, cuando realmente nos adentramos en materia es cuando realizamos ese trabajo “que no se ve”, el de la visualización de estos vídeos en casa portero tras portero.
Muchos de vosotros al igual que yo, imagino que andaréis con intervalos de tiempo libre bastante limitados, es por eso que la clave de todo esto nace en la buena administración de este bendito tiempo. Por eso me limito a visualizar y corregir los puntos más relevantes para la que es la figura del portero. Con esto, trato de decir que no colapso al portero de información y de correcciones, sino de toda aquella información realmente necesaria para él, siempre dando pautas para la continua mejora.
Otro de los puntos que creo interesante mencionar, es saber cuándo lo realizo, en mi caso son los viernes (1 o 2 al mes) por dos motivos, una por no alterar ninguna sesión de campo de los lunes y miércoles, y dos, porque los viernes tenemos mayor flexibilidad de horarios. Ponemos un intervalo de tiempo donde todos puedan acudir, en el que uno de mis objetivos es que en la mayor parte de las posibilidades todos podamos ver lo de todos, realizando una comunicación de gran calidad proyectiva. Con lo que los aspectos que vamos viendo de los compañeros sean expuestos y tratados de forma conjunta, donde os aseguro que el aprendizaje es inmenso y donde la calidad humana de estos chavales aumenta a pasos de gigante, puesto que además de mejorar con las correcciones, se fomenta lo que muchas veces se nos olvida en el fútbol, la educación y el respeto por los demás. 
Debido a que el tiempo es uno de los hándicaps que tenemos, se realiza una o dos sesiones como máximo mensuales, conscientes de que no hay que aturullar de más información de la que sea necesaria a los jóvenes porteros. Resumen, dos entrenamientos semanales y una sesión de vídeo o dos al mes fuera de horarios de entrene.
Concluir pensando que esto se puede realizar y es más, me atrevería a decir que se debe hacer. La clave como dije unos párrafos arriba es una gestión óptima y un aprovechamiento máximo de “esos ratos medio libres”. Un esfuerzo que es devuelto.
Ahora sí, desde este rincón de mi habitación donde encuentro la inspiración de redactar, me despido con la mayor de las ilusiones. Recibir un saludo enorme recordando que siempre… #porterosefectivos.
Carlos Gómez. Entrenador de Porteros.
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